En muy poco tiempo las alfombras de vinilo han conquistado una sólida reputación de alfombras prácticas, resistentes y fáciles de limpiar.
Pero son más que eso: la multiplicación de diseños, colores y texturas las ha convertido en el prototipo de alfombra moderna para los hogares de hoy en día.
Las alfombras vinílicas no son ya solamente un recurso práctico, sino que se han convertido en una colección de alfombras cálidas, decorativas y acogedoras.
Sin embargo, hay cierta confusión acerca de los diferentes tipos de alfombras vinílicas y el uso apropiado para cada tipo, que pasamos a explicar.
Alfombras lisas vs alfombras tejidas
Todas las alfombras de vinilo tienen en común el material sintético, altamente flexible, maleable y resistente con el que están fabricadas. Igualmente que son muy finas, y adherentes al suelo.
A partir de ahí podemos señalar dos tipos principales de alfombras vinílicas, que son:
· En primer lugar alfombras de lámina lisa, de superficie no trenzada (como si fuera un hule, por explicarlo rápidamente).
· Y en segundo lugar, alfombras con trama, es decir, tejidas, como cualquier otra alfombra.
Las alfombras de vinilo lisas, de lámina, tienen una vocación práctica indudable, son muy finas y fácilmente limpiables, lo que las hace ideales por ejemplo para la cocina.
Pero la ausencia de textura en la superficie y por tanto su falta de profundidad visual las limita un poco como alfombra decorativa para todo uso. Por supuesto, van estampadas para aportar más profundidad visual, pero este recurso siempre tiene un límite, y suelen verse planas.
Alfombras de vinilo tejido, la diferencia que se ve y se siente
Ahí es donde las alfombras de vinilo tejido, o trenzado, demuestran que, estas sí, son las alfombras para todo uso.
Están fabricadas con trama y urdimbre, en telar, como cualquier otra alfombra. La trama es fina y las alfombras siguen siendo lisas, lo cual facilita su limpieza incluso con la fregona.
La trama va adherida a una base de goma, que apenas la hace más gruesa: se contentan con 3 mm de grosor solamente, lo que garantiza alfombras finas que quedan pegadas al suelo.
La gran diferencia de las alfombras de vinilo tejido respecto a las lisas es que la textura, aunque sea fina, salta a la vista, creando una gran riqueza visual.
Alfombras tejidas para todo uso
Esto, unido a la evolución de los diseños, tramas y colores hace que esta nueva generación de alfombras venga dispuesta a alfombrar suelos en todo tipo de superficies y habitaciones.
Salones, dormitorios, pasillos, recibidores… incluso en terrazas y jardines se sienten a gusto, ya que resisten la intemperie y son aptas para exterior.
Así que si eres de quienes no tenían claro las posibilidades de las alfombras de vinilo trenzado, ya puedes aprovechar las infinitas posibilidades de una alfombra cálida, acogedora y con un mantenimiento prácticamente inexistente. ¿Por qué no la pruebas en tu salón?
