Decorar y
reestructurar la habitación de un/a adolescente es un reto en toda regla. En
este artículo queremos ayudarte para que además sea una experiencia
gratificante y emocionante para tí y para tu hijo o hija. Y es que para alguien
joven, su habitación es lo mejor que hay. Es el espacio que va a utilizar más
de la casa: donde duerme, estudia, habla con amigos y en definitiva donde suele
disfrutar de gran parte de su tiempo de ocio.
He aquí una de las
cuestiones más importantes a la hora de decorar una habitación juvenil. ¿Debería ser una habitación que propicie la
concentración y el estudio, o debería ser un lugar que hable de la identidad de
la persona y decore a su gusto?
Es posible que una
buena opción sea encontrar un equilibrio entre ambas formas de afrontar la
tarea. Como hemos dicho, estamos ante un espacio en el que la o el adolescente
va a pasar mucho tiempo. Tiene que ser un lugar con el que se sienta
identificada/o, y que al mismo tiempo fomente la tranquilidad y posibilite un
uso efectivo en su distribución y decoración.
Para empezar,
podemos pensar en las paredes de la habitación. Las empresas de decoración
suelen tener un apartado donde podemos encontrar papel pintado para jóvenes adolescentes
con estilos desenfadados muy diferentes, para todos los gustos.
Podemos encontrar
papeles con diseños geométricos, de colores pastel y formas orgánicas, skylines
o imágenes urbanas, papel con una apariencia vintage, con ilustraciones sobre
naturaleza, música, cultura pop o grafittis, etc. Vamos a repasar algunos trucos y claves a tener en cuenta cuando
vayamos a emprender la decoración.
Paredes claras y con identidad
Las paredes lisas no ofrecen muchas dificultades a la hora
de escoger, pero muchas veces no son la opción que escogería un/a adolescente,
porque el resultado suele ser muy neutro. Dentro de las opciones que podemos
escoger en una tienda de papel pintado, una
buena opción sería elegir diseños que transmitan buena energía y que tenga
colores claros, que hagan visualmente más grande la habitación.
Además, podemos pensar en usar un color de pintura o papel
oscuro más austero en una de las paredes, y el resto con otro diseño claro. Esto
ayudará a distinguir varias zonas dentro de su espacio.
Muebles funcionales y bien ubicados
La elección y disposición de los muebles es fundamental.
Una cama en alto permitirá usar el espacio bajo ella como cajonera o para
colocar un puf y una mesita donde el/la joven pueda relajarse si la cama se
coloca a mayor altura.
El escritorio es otro de los factores imprescindibles del
cuarto. Es preferible que esté situado cerca de una fuente de luz natural,
frente a la ventana, por ejemplo.
Mucha luz
Cuanto más luminosa sea la habitación mejor. Sobretodo, si
podemos potenciar una buena luz natural será ideal. Además de una lámpara de
techo, para cualquier adolescente es imprescindible una lámpara de mesa que
pueda utilizar para estudiar sin dañarse la vista, leer o realizar cualquier
otra actividad que requiera de una luz focal.
Si contamos con una tienda de papel pintado que nos eche
una mano para elegir colores claros y adecuados para el cuarto, la iluminación
puede mejorar.
Facilitar la decoración personal
Si colocamos ciertos elementos en la habitación, pondremos
a disposición del/ de la joven una serie de opciones a través de las cuales
puede decorar su habitación sin perjudicar las paredes, el techo, o sin que
ésta cambie su identidad, tan cuidadosamente elegida junto con ellos/as.
De esta forma, colocar varias estanterías o baldas de
pared, cajoneras modernas transformables en una mesita, o varios marcos
sencillos en una pared, pueden ofrecer a nuestro hijo/a el utilizar esos espacios
como mejor considere, haciéndolos suyos, y que sigan formando parte de la
decoración general de la habitación.
En cualquier caso, puede ser bueno hacer partícipe al adolescente en el proceso de decorar su habitación, si sabemos elegir y compartir con él o ella algunas de las responsabilidades de este emocionante proyecto.